Media docena de fieles se ensartan en cruces en San Pedro Cutud delante de 60.000 devotos y turistas
Multitud de procesiones tienen lugar en Semana Santa en muchos lugares del planeta donde se vive con pasión esta festividad. Pero quizás la tradición más extrema se da cita cada año en el barrio filipino de San Pedro Cutud, en la localidad de San Fernando. Como viene siendo costumbre cada Viernes Santo, un grupo de penitentes han hecho turnos desde primera hora de la mañana para ensartarse en cruces con clavos de acero.
Además de la crucifixión, los penitentes en San Fernando se propinan latigazos en la espalda
Cerca de 60.000 devotos y turistas han asistido como público a esta crucifixión colectiva en la que media docena de personas se han clavado en cruces de madera emulando a Jesucristo. Un martirio al que se han sometido con el objetivo de limpiar sus pecados, agradecer supuestos milagros o pedir deseos.
Miles de personas han asistido a la crucifixión colectiva de San Pedro Cutud, en la localidad filipina de San Fernando
Miles de personas han asistido a la crucifixión colectiva de San Pedro Cutud, en la localidad filipina de San Fernando (Rolex Dela Pena)
Este año San Pedro Cutud ha batido el récord de asistencia al evento, ya que en otras ediciones se estimó entre 30.000 y 40.000 personas como máximo. Sin embargo, en esta ocasión, el elevado número de asistentes contrasta con el bajo número de crucificados -sólo seis-, la mitad que en el pasado Viernes Santo.
La crucifixión se lleva a cabo en el montículo de esta localidad filipina, que se encuentra en la provincia de Pampanga, a unos 50 kilómetros al norte de Manila. Ruben Encaje es uno de los seis penitentes que se han colgado en cruces. Un ritual en el que lleva participando por trigésimo año consecutivo.
Filipinas es el país asiático con mayor número de católicos
Un penitente filipino es bajado de la cruz tras haber sido crucificado en público para recordar el sufrimiento de Cristo durante la celebración del Viernes Santo en el norte de Manila (Filipinas) (Rolex Dela Pena)
Mientras, en las calles de San Fernando miles de devotos recorrerán kilómetros descalzos hasta la catedral de la localidad entre ayer y hoy. Muchos de ellos completarán el recorrido propinándose latigazos en la espalda hasta dejarla en carne viva y otros portaron cruces al hombro de más de 25 kilos de peso a modo de penitencia.
Estas escenas son parte de la Semana Santa en Filipinas, donde algunos creyentes buscan la redención experimentando en sus carnes los tormentos que sufrió Jesucristo en el Calvario según el relato bíblico Filipinas es el país de Asia con mayor número de católicos, ya que más del 80 % de los aproximadamente 100 millones de habitantes profesan esta religión como herencia de los tres siglos de colonización española hasta 1898.
Fuente: La Vanguardia
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